Después de unos días maravillosos con mis padres en Mijas la semana pasada, nos hemos animado a volver esta vez nosotros solos. Estamos explorando la zona para luego dar buen consejo y aprovechar así bien las fuerzas.
Con una base de operaciones tan bien puesta como el apartamento que han montado Tino y Marisa con tanto cariño, da gusto pasar unos días sin otra preocupación que buscar nuevas aventuras en la Costa del Sol Malagueña.
Anoche cenamos en el Altamirano con Juan Luis, Begoña y sus dos preciosos niños.
Esta noche hemos estado explorando calitas y playas para ver si encotramos algo que mejore lo conocido.
Mañana, más.